Economía y género: diálogos de universidad

por Laura Bermúdez Franco

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En el reciente 8 de marzo (8M) el mundo se estremeció con las marchas que millones de mujeres protagonizaron desde distintas latitudes. La plaza de la Dignidad en Chile se vistió de morado y verde en una convocatoria sin precedentes. Las calles de Francia se llenaron de mujeres a pesar de la crisis desatada por el coronavirus o covid-19, pues, ellas, nosotras, según muestra algún letrero, somos el antídoto. Tailandia, Australia, Ecuador, Colombia fueron solo pequeñas muestras de lo que significa la acción femenina en el mundo.

Pero, sin duda, uno de los casos más llamativo fue el que se desarrolló en México, puesto que, además de las multitudinarias manifestaciones, se gestó un movimiento en el Estado de Veracruz, que se extendió al resto del país, invitando a las mujeres a que el lunes 9 de marzo se unieran a un paro nacional identificado con frases como “El 9 ninguna se mueve” o # UnDíaSinNosotras . Este tenía como objetivo demostrar cómo sería la sociedad sin ninguna mujer, aludiendo a todas las que han sido víctimas de violencia de género y ya no están.

El movimiento pedía que las mujeres no asistieran al trabajo, que no realizaran labores domésticas, que no compraran artículos en las tiendas o supermercados, ni generaran algún tipo de consumo o participación en medios virtuales. En síntesis, que desaparecieran por un día.

Se calcula que esta iniciativa habría tenido un impacto sobre el 45,5% de la fuerza laboral mexicana ocasionando pérdidas en diferentes sectores del mercado (Ayala, 2020). De acuerdo con La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, concanaco, el paro nacional pudo haber generado un impacto económico de 30.00 millones de pesos (El Economista, 2020). Lo anterior teniendo en cuenta el trabajo formal, sin embargo, se sabe que las mujeres realizan otras actividades que no han sido reconocidas dentro de la contabilidad nacional.

Acontecimientos como este han puesto de relieve el papel que desempeñan las mujeres en la configuración y reconfiguración de la manera en que se entienden las relaciones sociales en la actualidad. Una de ellas, la que se desarrolla dentro de la esfera económica, pues esta, se quiera o no, termina siendo uno de los escenarios en que se materializan con más fuerza las desigualdades.

Esta relación entre mujer y economía ha sido gestada en medio de múltiples reflexiones sobre los problemas que giran en torno a la categoría de género. Entendiendo que dentro de este concepto no solamente se engloban los elementos relacionados con los feminismos, sino con diversas formas de ser y estar en el mundo.

Al respecto, Marta Lamas plantea una distinción entre la diferencia sexual y el género . La autora mexicana resalta que más allá de las configuraciones biológicas de los cuerpos, el tema de género hace referencia a “la simbolización que cada cultura elabora sobre la diferencia sexual, estableciendo normas y expectativas sociales sobre los papeles, las conductas y los atributos de las personas en función de sus cuerpos ". (2002, pág. 52). Esto significa que el género trasciende la constitución biológica para ubicarse en el plano de la construcción social.

II

Los espacios para la discusión sobre temas relacionados con el género están más presentes cada día, se hace muy sencillo navegar en la red y encontrar sesiones virtuales o presenciales para conversar acerca de estos asuntos. De igual manera, en los últimos años se han dedicado diferentes espacios dentro de la academia para la reflexión. Así, se han creado maestrías, centros de investigación y semilleros que apuntan a la reflexión, ya la acción, en torno a la complejidad propia de esta categoría y sus relaciones con temas como etnia, clase, medio ambiente, entre otros. 

En Colombia, por ejemplo, universidades como la Universidad Nacional, la Universidad del Valle o la Universidad de Antioquia, han sido pioneras en la consolidación de estos espacios. Por su parte, la Universidad Santo Tomás, específicamente la Facultad de Economía, ha abierto la posibilidad para que los estudiantes de pregrado se acerquen a estas problemáticas y puedan, desde su campo de especialización, ofrecer consideraciones pertinentes con las necesidades de la.

El profesor Carlos Laverde, quien es el encargado de orientar la cátedra de economía feminista, que hoy por hoy se ha convertido en economía del cuidado, nos ha contado cómo ha sido este proceso de apertura a problemáticas que encarnan el carácter social de la facultad, y de qué manera los y los estudiantes han participado de una cátedra que propone una mirada diferente a la que se enseña de manera tradicional en las carreras de economía.

Carlos es economista y sociólogo de la usta, pero ha desarrollado sus estudios de posgrado (especialización, maestría y doctorado) en diversas instituciones mexicanas. Esta experiencia le ha servido para incorporar las discusiones que se dan en el panorama latinoamericano en los contenidos programáticos de la clase, contenidos que van desde la reflexión epistemológica hasta el análisis de los diferenciales laborales y salariales, tema que, por demás, es uno de los que genera mayor interés en los estudiantes. De acuerdo con Carlos,

[…] la economía solamente la comprendemos nosotros desde un solo modelo, y es muy interesante ver cómo los estudiantes y las estudiantes creen que ese es el único modelo de economía. Incluso cuando nosotros estudiábamos aparentemente esa era la única forma de comprensión del modelo económico. Entonces, asumir, que el modelo tiene unos cimientos estructurales en términos históricos, políticos, que surge a raíz de unas relaciones sociales específicas en un momento histórico particular con las relaciones sociales de producción que se dan en ese momento, principalmente en el siglo xix y siglo xx, hacía necesario replantear la idea desde la raíz (C. Laverde, comunicación personal, 5 de marzo de 2020).

Asimismo, en lo que se refiere al enfoque metodológico de la clase, él nos cuenta que la reflexión alrededor de las cuestiones epistemológicas se vio materializada en el ejercicio de la cátedra a la hora de definir los enfoques más pertinentes para analizar esta relación entre economía y género, pues, como es sabido, la economía se ha establecido como una ciencia social que acude principalmente a los recursos cuantitativos para sustentar su análisis. Sin embargo, desde esta óptica, los elementos cualitativos resultan ser igual o incluso más importantes, puesto que, como se ha mencionado, el sustento de las relaciones no es solo el mercado sino las interacciones sociales que no siempre se pueden expresar en datos numéricos.

Creo que es muy complejo porque hay una guerra política metodológica entre lo cuantitativo y lo cualitativo, o sea, incluso, hay una perspectiva de género en torno a ello. Lo cuantitativo es lo masculino, es lo fuerte, es lo científico, mientras que lo cualitativo no […] Comprender el fenómeno social de una forma mucho más relacional entre variables no requiere necesariamente de datos cuantitativos (C. Laverde, comunicación personal, 5 de marzo de 2020).

Otro de los temas en torno a los que se ha desarrollado la cátedra, ha sido el enfoque propiamente dicho de género. Allí, se resalta la manera en que estos temas han permeado diferentes saberes en la actualidad. Es decir, se intenta vislumbrar de qué manera las reflexiones en torno al género pasan por la sociología, la biología, el derecho, la antropología, y, específicamente, por la economía, revisando la manera en que algunas perspectivas feministas, principalmente aquellas que se consolidan en el siglo XX, se aplican al modelo tradicional, pero también la forma en que, desde nuevos enfoques, se proponen lógicas de relacionamiento diferentes.

La economía no solamente está atravesada por el intercambio, la economía no solamente está atravesada por la economía de mercado […] la economía está atravesada por relaciones sociales no solamente visibles en términos monetarios […] Tal vez el impacto más duro que han tenido estas teorías, o el llamado de atención que han hecho, ha sido la visibilidad de todas las relaciones que sostienen la punta del iceberg (C. Laverde, comunicación personal, 5 de marzo de 2020).

Si bien hoy por hoy la cátedra de economía feminista se ha transformado en economía del cuidado , se conservan varios de los elementos mencionados anteriormente, pues, según el docente, los temas están íntimamente relacionados y lo que se busca con este cambio es profundizar en ellos .

Por otro lado, vale la pena destacar que de la misma manera en que la cátedra se ha modificado, la acogida de los estudiantes frente a este tipo de espacios también ha cambiado. Al principio, según nos cuenta el profesor, se mostró cierto tipo de resistencia, y uno podría llegar a agregar que tal vez esta resistencia es solo la emulación de aquello que sucede diariamente cuando nos sentimos ajenos a este tipo de1 problemáticas; sin embargo, aquellos que entraron siendo escépticos fueron adquiriendo elementos de análisis que hicieron las discusiones cada vez más interesantes.

Básicamente hay un tema de género entre quienes entran. El primer semestre eran muchas más las mujeres que entraban, pocos hombres que eran un poco despistados, que era porque no le cuadraba la materia en otro horario […] Y en el transcurso del curso yo creo que sí hubo un proceso de transformación básica incluso dentro de la concepción de la economía desde otras perspectivas. Al final sí eran los hombres los más interesados ​​y los que participaban porque, claro, si lo miramos en esos términos, las mujeres están familiarizadas con las experiencias de vida en las que se recarga el trabajo, por ejemplo, el trabajo doméstico. No era, digamos, algo sorprendente. Pero para los hombres, visibilizarlo en términos de la lógica que tiene o la repercusión en la economía era notable (C. Laverde, comunicación personal, 5 de marzo de 2020).

III

Es cierto que las movilizaciones del 8M o iniciativas como las del 9 de marzo en México no nacen únicamente del sector académico, pues, como ya se mencionó, son múltiples los espacios de disertación que posibilitan la reflexión y el cuestionamiento de las construcciones institucionalizadas en torno al cuerpo y al género. Sin embargo, lo que se resalta de una cátedra como la de economía feminista o economía del cuidado , es que permite evidenciar la esencia misma de la educación.

Es decir, en este tipo de espacios se abre la puerta a diversas concepciones del mundo, a ideas posibles o incluso a aquellas que hoy por hoy parecen no ser alcanzables, pero que aun así pueden ser acogidas dentro del marco argumentativo personal para llegar a proponer soluciones más allá de los límites determinados por la racionalidad actual.

Asimismo, se destaca el hecho de que la facultad se esté repensando constantemente, pues muchas veces somos conscientes de que las necesidades de nuestro tiempo, o incluso de nuestros espacios, no pueden ser comprendidas totalmente a partir de marcos teóricos distantes, pero no nos atrevemos a integrarlos a las discusiones académicas. En este caso, desde la facultad se ha realizado una lectura de la realidad que lleva al diálogo de saberes en la medida en que se comprende que las ciencias ya no son campos cerrados de conocimiento, sino que están sustentadas en la complejidad de lo humano y de los sistemas de vida.

Referencias
Ayala, G. (2020). El paro nacional del 9 M tuvo un impacto de 37,000 millones de pesos. Milenio . Recuperado de https://www.milenio.com/especiales/9-impacto-37-000-millones-pesos
El Economista. (2020). # UnDíaSinMujeres tuvo impacto de 30,000 millones de pesos: Concanaco . El Economista. Recuperado de https://www.eleconomista.com.mx/empresas/UnDiaSinMujeres-tuvo-impacto-de-30000-millones-de-pesos-Concanaco-20200310-0066.html
Lamas, M. (2002). Cuerpo: diferencia sexual y género . España: Editorial Taurus.

* Laura Bermúdez Franco es magíster en filosofía latinoamericana y Economista de la Universidad Santo Tomás. Docente e investigadora del Departamento de Humanidades y Formación Integral. Correo electrónico:  Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla.

 

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Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
Revista Sol de Aquino. ISSN 2744-8487 (En línea) Número 18 2020

 

Sol de Aquino

Es una publicación interdisciplinar de carácter divulgativo, que nace en el año 2003 y tiene como propósito visibilizar ante la comunidad tomasina y la población en general, las experiencias derivadas de las actividades universitarias de la USTA y ligadas a las reflexiones sobre Sociedad y Ambiente.

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